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Aprende a aprender

  • Foto del escritor: Gorzad Pumarino
    Gorzad Pumarino
  • 9 dic 2014
  • 2 Min. de lectura

Según explica Peter Senge, las cinco disciplinas del aprendizaje continuo que resultan vitales para construir una organización inteligente son las siguientes. Atención: a la hora de la transformación, es clave que sean aplicadas no sólo por el líder, sino por todos los miembros de la empresa.

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· Dominio personal. Las personas con esta habilidad son capaces de alcanzar los resultados que más les importan. Es la disciplina que permite conocer nuestras verdaderas capacidades, priorizar, concentrar nuestras energías, desarrollar la paciencia y ver la realidad de manera objetiva.


· Nuevos modelos mentales. Nuestras formas de pensar o paradigmas pueden restringir nuestra visión del mundo y la forma en que actuamos. Y como explica Senge, los modelos mentales de conducta empresarial  también están profundamente arraigados. Para descubrirlos, debemos mirar hacia nuestro interior –en forma individual y como equipo- y plantearnos de qué manera nos están limitando día a día.


· Visión compartida. La clave es que la vocación personal de cada miembro del equipo (lo que da sentido a su vida y su trabajo) esté alineada con la de la empresa. Sólo así todos darán el máximo para el éxito corporativo. “Cuesta concebir una organización que haya alcanzado cierta grandeza sin metas, valores y misiones que sean profundamente compartidos dentro de la organización”, dice Senge.


· Trabajo en equipo. Es una poderosa realidad que si pensamos en grupo, surgen mejores ideas, , y si todos trabajamos en la misma dirección, los resultados llegan más rápido. Pero también es cierto que todos los días hay que vencer obstáculos como la mala competencia, la desconfianza y las reacciones de auto-defensa. El antídoto ante estos mecanismos es el diálogo. “Cuando los equipos aprende de verdad, no sólo generan resultados extraordinarios, sino que sus integrantes crecen con mayor rapidez”, asegura el autor.


· Pensamiento sistémico. Se trata de la llamada “Quinta disciplina”. Consiste en ver las situaciones que vivimos  en términos de sistemas globales, de causas interrelacionadas, y no como efecto de una sola causa. “Solemos concentrarnos en foros instantáneas, en las partes aisladas de un sistema, y entonces nos preguntamos por qué nuestros problemas más profundos nunca se resuelven”, explica Senge. Por ejemplo, si en tu empresa hay un problema de pagos, ¿te has preguntado la causa principal en realidad del área de cobranza?


Por supuesto, aprender a ver la realidad con nuevos ojos y aprender todo el tiempo de nuestras experiencias no es fácil. Y como suele ocurrir en las organizaciones, todo empieza por el líder.


 
 
 

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